Historia y Evolución del Cónclave
El cónclave, derivado de los términos latinos cum (con) y clavis (llave), se formalizó en 1274 bajo el papa Gregorio X con la constitución Ubi periculum para evitar vacantes prolongadas, como la de Viterbo (1268-1271), que duró casi tres años. Inicialmente, los cardenales eran encerrados bajo llave, una práctica que evolucionó con el tiempo. En 1059, Nicolás II estableció que solo los cardenales podían elegir al papa, excluyendo a la comunidad eclesiástica general. Desde 1492, el cónclave se celebra en la Capilla Sixtina, y bajo Juan Pablo II, con Universi Dominici Gregis, se consolidó como el lugar oficial. Hoy, el proceso incluye hasta cuatro votaciones diarias, con un descanso dominical si no hay decisión, reflejando un equilibrio entre tradición y modernidad.